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Ataques de Pánico

el 14 de enero del 2017

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Ataques de Pánico

El ataque de pánico o crisis de angustia es la aparición súbita de un miedo o malestar intenso que alcanza su máxima expresión a los pocos minutos. Durante ese tiempo, surgen al menos 4  (cuatro) de los siguientes síntomas:

  1. Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
  2. Sudoración.
  3. Temblor o sacudidas.
  4. Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
  5. Sensación de ahogo.
  6. Dolor o molestias en el tórax.
  7. Náuseas o malestar abdominal.
  8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
  9. Escalofríos o sensación de calor.
  10. Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueos).
  11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
  12. Miedo a perder el control o de “volverse loco”.
  13. Miedo a morir

 

¿Qué le ocurre al cuerpo antes y durante un ataque de pánico?

Durante una crisis de ansiedad, un exceso de adrenalina entra al corriente sanguíneo, un mensaje de miedo le indica a las glándulas suprarrenales que hay una situación de emergencia.  Dichas glándulas, llenas de adrenalina, entran al corriente de sangre aumentando la habilidad  para responder frente a una emergencia.

La adrenalina causa que el corazón bombee más sangre, la cual es recibida por los músculos para aumentar la habilidad de correr más rápido y aumentar la fuerza en sus brazos. El cerebro también recibe más sangre.

Mientras que las glándulas suprarrenales sigan recibiendo ese mensaje de alerta, se continuará descargando adrenalina.

Si en ese momento, el cuerpo no consume la energía por la cual se preparó, puede surgir un estado de hiperventilación pudiendo generar mareos, sensación de opresión en el pecho, nudo en la garganta.

También aumenta la presión arterial, se incrementa el metabolismo celular, hay mayor concentración de glucosa en sangre y en la actividad cerebral. También surgen modificaciones faciales como dilatación de las pupilas, la frente se arruga y los labios se estiran horizontalmente.

¿Qué hacer frente a un ataque de pánico?

Si percibimos que son frecuentes y afectan nuestra vida cotidiana, lo principal es pedir ayuda a un profesional que nos acompañe en este proceso y nos oriente frente a esta situación desconocida.

Por otro lado, es importante frente a los ataques recordar que lo que está sintiendo no es más que una exageración de las reacciones habituales ante el stress.  Esperar y dejar que pase el temor, controlando las respiraciones.  Afrontar el miedo, no esconderlo y no añadir pensamientos negativos durante la situación de angustia.